POR SUS BASURAS LOS CONOCERÉIS

 

Por sus basuras los conoceréis, esta fue una frase célebre  utilizada por las agencias de inteligencia durante la guerra fría, cuando de averiguar sobre la vida de las  personas se trataba, y es que la basura es una huella de nuestra forma de vivir y si no lo cree llévese el tarro de basura de su vecino para  la casa y analice todo y cada uno de su contenido.

Para mal-empezar el diccionario de la Real Academia de la lengua define basura como:

“inmundicia, suciedad, lo repugnante y despreciable” etc. etc. Pero hoy para muchos de nosotros basura también es: oportunidad, reto, trabajo, dinero, imaginación, abono, materia prima etc, etc. Desde luego que también es contaminación, problema, incomodidad etc, etc.

La basura entonces dista en gran medida de la definición del diccionario convirtiéndose en el  presente siglo en uno de los retos que la humanidad enfrenta y que en algunas latitudes con relativo éxito las manejan como por ejemplo en Hong Kong donde el gas metano se recoge y  utiliza como combustible y uno de sus grandes y viejos rellenos hoy es un popular campo de golf; en Paris se quema y se produce vapor, energía y calor para la calefacción, es decir un  gran reto para la ingeniería, mientras tanto debemos de aprender a manejarlas, a convivir con ellas, a minimizar su impacto, hacerlas cada vez  más biodegradables y menos contaminantes y a darles la mejor disposición final posible.

Dicen los que lo miden todo, que en Colombia producimos 27 mil toneladas diarias de basura y que Cali produce 0.73 kilos diarios de basura por habitante, como quiera verse y analizarse estas cifras no dejan de ser alarmantes, pero como “ojos que no ven corazón que no siente”, siempre procuramos que nuestras basuras estén en el patio trasero y en municipio vecino.

Hoy nuestro  municipio de Santiago de Cali sigue afanosamente buscando a un municipio bien queridito que nos reciba todas nuestras basuras con el argumento de que Navarro ya no aguanta más...

Recientemente visite el relleno sanitario de Navarro y quedé gratamente sorprendido del manejo con tecnología y equipo humano criollo, después del costoso descalabro con el manejo español. La compactación adecuada, los tubos de escape para el gas metano,  el manejo de: los  lixiviados,  del paisaje, de las aguas, de los olores, y en particular del tema social con los recicladores, debe ser  de toda nuestra admiración y respeto. Mas vale, me dio la ligera impresión que los vecinos de este relleno, cañicultores todos ellos, no deben de estar muy interesados en que sus tierras sean utilizadas en cosas distintas a la siembra de caña, porque de resto, como simple ecologista, no encontré razón alguna para que esta tecnología criolla no  siga dando manejo a nuestras basuras en Navarro, como lo bien lo viene haciendo.

Lejos de propiciar grandes debates sobre quien será el municipio que dé albergue  las basuras vecinas y a qué costo, pienso por el contrario que cada pueblo debe de convivir con sus basuras para así aprender a ser cada vez mas responsable con nuestro desbordado consumismo y con el  futuro del planeta. Ayer nos envolvían la libra de carne en hoja de platanillo, hoy en icopor con celofán; Ayer nuestra ciudad era limpia porque se ensuciaba poco, hoy es limpia porque se barre mucho; Ayer la sal la comprábamos en bolsas de papel sin blanquear, hoy la compramos en envases de plástico, ayer nuestros ríos, lagos, y mares estaban llenos de peces, hoy están llenos de icopor, plásticos, latas, vidrios, elementos todos estos de lenta biodegradación que pasan las décadas  y siguen  tan campantes  como  Johnnie Walker, o causando la muerte por asfixia a una tortuga cualquiera.

La selección en la fuente, es un disco rayado de los entes ecológicos y de aseo, en este  frustrado empeño recordemos los tarros y bolsas de colores: negras, verdes, naranja y amarillas que fueron ubicados los primeros en lugares estratégicos y distribuidas las segundas en nuestras residencias, terminando los tarros llenos arena como señales de tráfico y las bolsas guardando zapatos y chécheres en nuestras despensas. Pero no podemos claudicar, pues desde nuestros hogares  debe nacer este cambio de actitud frente al manejo de nuestras basuras.

 

Por fortuna el gremio de los recicladores no solo se ha venido organizando, sino que se ha venido dignificando, después de tantas penurias en las calles donde eran estigmatizados y tratados como desechables, drogadictos o delincuentes, hoy gracias a ellos se recuperan cantidades significativas de cartón, vidrio, plástico, lata, chatarra, madera, entre otros. En este mismo sentido con el dinero obtenido estos recicladores  educan a sus hijos en escuelas, colegios y universidades, aportando mejores ciudadanos y contribuyendo con la economía del país.

Recientemente participamos de la octava jornada de limpieza de playas realizada en Las Islas del Rosario en sintonía con decenas países a los largo del planeta, por fortuna esta vez con mas participantes se sacaron menos basuras, pero de todas maneras dos toneladas en tan solo una hora de buceo simultáneo con el apoyo de 300 submarinistas, sigue siendo preocupante. En su orden lo que más estamos arrojando al mar: envases plásticos de agua, bolsas plásticas, tarros de aceite para motor, latas de cerveza y gaseosas, botellas de vidrio de ron y aguardiente, electrodomésticos, tubería de pvc, cables de polietileno, ropas, entre lo mas notado.

Infortunadamente el mar ha sido considerado como ese barril sin fondo bueno para deshacernos de todos nuestros residuos entre ellos muchos tóxicos y  nucleares radioactivos, sin olvidarnos de todo el plomo y mercurio de la nueva basura causada por los computadores y toda su familia cibernética.

Pero también hay buenas noticias, ahora hemos popularizado a la lombriz roja californiana entre otras incansables trabajadoras que convierten todos nuestros desechos biodegradables en humus, elemento este ideal par abonar nuestros cultivos y jardines. Se han popularizado las composteras, los lombricultores, se reutiliza el agua de procesos industriales para efectos agrícolas,  se reconvierten residuos contaminantes en abonos, los grandes procesos industriales filtran sus gases y los humos de sus negras chimeneas, en fin, hemos utilizado la imaginación y la tecnología para darle cada vez una mejor solución a estas mal llamadas basuras, tanto sólidas, líquidas como gaseosas que hoy son el mayor reto de la humanidad.

 

 

Gonzalo Concha.

gonzaloconcha@telesat.com.co