Reseña histórica del buceo en Colombia
Esta breve
semblanza sobre la historia del buceo
deportivo-recreativo, pretende rescatar la invaluable y muchas veces
ingrata gestión de los pioneros quienes aportando sus mejores talentos hicieron
posible que hoy cada vez mas familias puedan
disfrutar con placer y seguridad
de nuestra Colombia sumergida.
No debemos permitirnos que estas
primeras páginas de nuestra
historia queden expuestas al simple
lenguaje oral de los mayores y mucho menos que el caminar de quienes nos
abrieron las puertas al mundo subacuático se pierda por la bruna del inexorable paso del tiempo.
Por todo lo anterior esta breve
reseña pretende además de compartir con
las nuevas generaciones de buceadores y amigos del mar este proceso de formalización
de una de las actividades más apasionantes y representativas con que hoy cuenta
nuestro país; hacer un justo y necesario reconocimiento a hombres y
mujeres quienes desde distintos rincones
de nuestra geografía sumergieron sus
sueños, tiempo y energías en
inexploradas aguas, dando origen a la formación de grandes olas de
participación, permitiéndonos disfrutar de una tangible resultante: una nueva y
apasionante actividad que ofreciendo
recreación y esparcimiento, de alguna manera resultó también
jalonando nuestra economía y desarrollo.
Década del 60:
La Armada Nacional con su
departamento de Buceo y Salvamento a parte de cumplir con las obligaciones
propias de su misión militar, contribuía motivando y promoviendo el conocimiento, respeto y amor por el mar, dictando conferencias
y cursos a civiles, particularmente a
los investigadores y biólogos marinos
del INVEMAR en Santa Marta, y de la Universidad Tadeo Lozano.
Como era de esperarse fue la
paradisíaca isla de San Andrés el puerto escogido por Héctor Cruz, para echar
sus anclas dinamizando la Asociación Colombiana de Caza Submarina, y la
distribución de equipos Nenrod.
Con su ejemplo como navegante y
explorador submarino por los medios de
comunicación el Capitán Francisco Ospina Navia, llamaba la atención de todo el país para que nos
preocupáramos por el conocimiento y protección
de las riquezas de nuestros dos mares.
En Medellín Alberto Yarce, Javier Gómez, entre muchos otros, unas veces desde
Bahía Solano en el Pacífico y otras desde Isla Fuerte en el Atlántico como sus
sitios favoritos, motivaban a cientos de familias a descubrir nuestros fondos submarinos. Fue
definitivo en el éxito de la época para estos lideres paisas el aporte de Motomarina
con la importación y distribución de equipos U.S.Divers.
Desde Buenaventura Paco Bahamón lideró
desde el grupo Buzos del Pacífico, BUDEPAC, un proceso recreativo y de trabajos submarinos en compañía de Elvia Barrero (q.p.d.), Néstor
Ordóñez, Julián Cruz (q.p.d.) y Harold
Botero entre otros.
En el campo del buceo solidario
los Cuerpos de Bomberos, Cruz Roja y Defensa Civil de las principales ciudades
capitales realizaban actividades de búsqueda y rescate, sorteando todo tipo de
dificultades con un ejemplarizante deseo deservicio y sorprendente valor.
En Bogotá las piscinas de la Cruz
Roja y del Club Tiburones, se convirtieron en
epicentro del desarrollo del salvamento
acuático, y del buceo recreativo, gracias en gran medida al visionario
empresario Bernardo Fonseca quien apoyado en la organización y profesionalismo
del odontólogo Miguel Forero (q.p.d)
lograron un significativo progreso de
gran participación no solo en la formación de buceadores y de salidas al mar,
sino en la motivación por el buceo en
alta montaña. En este importante proceso
merece grata recordación el Instructor
PADI Julio Travieso, quien asumía la
responsabilidad de las certificaciones
internacionales.
La década del 70.
En esta década surgen aires de
renovación, organización y masificación, motivados seguramente por las
vivencias en países con gran actividad subacuática, así como por la
influencia de películas, libros y la
definitiva penetración de la televisión,
aires estos que nos llevaron a converger en postulados comunes, dando origen a
los Clubes Deportivos dentro del ordenamiento legal de Coldeportes.
Este proceso requirió de lideres visionarios como Carlos Ernesto Molina, Alberto Yarce, Antonio José Restrepo, entre muchos otros, quienes
deponiendo intereses personales decidieron aportar su tiempo y experiencia al
fundar la Escuela de Buceo de Antioquia,
ESCUBA.
En Cali con el apoyo del Cuerpo
de Bomberos que facilitó sus equipos e instalaciones se dieron a la tarea de
motivar a la comunidad aportando sus conocimientos personas como Jairo Cabal,
Lucho Naranjo, Rubén Rodríguez, Hernán Henao (q.p.d.),
Jairo Páez, Rodolfo Lizcano, Diego Díaz, lográndose
como resultado la fundación del Club BARRACUDAS.
En la Isla de San Andrés Guillermo Henao, Richard Bard,
y Noel Ramírez entre otros unieron esfuerzos y voluntades para lograr la
fundación del club los DELFINES.
Con toda la anterior organización
como plataforma de lanzamiento lideres
como Pascual Guerrero y Alonso Restrepo
entre muchos otros se dieron a la tarea de promover la conformación de la
Federación Colombiana de Buceo que posteriormente se denominó Federación
Colombiana de Actividades Subacuaticas FEDECAS, para lograr consonancia con la
articulación internacional al afiliarnos a la Confederación Mundial de
Actividades Subacuáticas CMAS.
Asume así FEDECAS la
responsabilidad de motivar la conformación de clubes deportivos desde Popayán
hasta Santa Marta, ofreciendo así la
posibilidad de una mayor participación entre todos los colombianos; se destacaron en
esta dura pero loable tarea entre otras
muchas personas tanto en la enseñanza
unas cono en el área competitiva otros: Francisco Galindo, Belisario Concha,
Hernán Arango, Hernán Bonilla, Jaime Londoño. Rubén Darío Campuzano, Carlos
Arturo Arango (q.p.d) Pablo Montoya, Nelsy de Bard, y John Parra.
La visita a Colombia de Jacques Costeau y Jacques Dumas, fundador y presidente
respectivamente de la CMAS, avalando y apoyando de alguna manera el desarrollo de nuestras actividades
subacuáticas, rubricaron un nuevo capitulo
de la historia del buceo en nuestro país.
El aporte a la cultura y arte
submarino estuvo a cargo de las primeras fotografías en blanco y negro tomadas
en el pacífico con improvisados
equipos por Néstor Ordoñes,
posteriormente y con mejor tecnología y
sorprendentes exposiciones fotográficas
Miguel Forero en Bogotá, Noel Ramírez en San
Andrés, Carlos Lora en Cali y Carlos Prada en
Medellín, no pudiendo olvidar las acuarelas submarinas del paisa
Yack Carrasco (q.p.d.)
quien llevó su arte hasta los límites de sumergirlo eternamente en
aguas australianas.
Con la realización del primer
curso PADI, abierto para todo el país, que fuera dictado en San Andrés por el cubano-americano
Anselmo Alliegro y que fuera patrocinado por Susana y Roberto Saad, nuestro país empieza a disponer de las pedagogías y tecnologías de agencias certificadoras internacionales
como: CMAS, PADI, YMCA, NAUI, SSI, que
desde la década del 70 hasta nuestros días
han contribuido en el crecimiento y fortalecimiento de una apasionante
actividad que nos permite hoy disponer de instructores, tiendas, embarcaciones,
equipos, escuelas y centros de buceo debidamente
reconocidos que nos facilitan un
aprendizaje y prácticas cada vez mas placenteras y seguras.
Hoy Colombia se beneficia
significativamente en su economía con
la permanente visita de buzos de
casi todos países del mundo quienes se marchan positivamente sorprendidos de la
belleza y riqueza submarina de nuestros dos mares.
Finalmente a todos los buzos colombianos solo nos resta
asumir el irrenunciable e indelegable reto de la divulgación y conservación de nuestra Colombia sumergida.
Gonzalo Concha.
Articulo para la Agenda del mar-
año 2005.